Si en los años sesenta la carta de presentación de la literatura latinoamericana pasaba por su validación en Casa de Las Américas (aun cuando no fuese la única fuente de prestigio de la época), ese panorama donde compromiso y escritura iban de la mano ha tendido a desaparecer. Hoy los centros de recepción y circulación literaria se han desperdigado tanto políticamente como geográficamente. Y es de agradecer que así sea.
Este libro intenta establecer los lazos que existen entre las distintas orillas de la producción poética en español. Si el hispanismo, hasta hace algunos años, estaba afincado en Latinoamérica, España y Estados Unidos, sus canales de comunicación no fueron siempre lo suficientemente fluidos como para que las tres esquinas de ese triángulo supieran mutuamente de su existencia. En las dos últimas décadas, sin embargo, los estudios trasatlánticos han explorado la multiplicidad de contextos en los que anteriores análisis basados en esos tres polos independientes entre sí, demostraban su insuficiencia para dar cuenta de un panorama cada vez más complejo, donde lo heteróclito resulta la marca de fábrica de gran parte de la producción intelectual en este idioma. Este espíritu recorre las páginas de La poesía al poder. De Casa de Las Américas a Mcnally Jackson.