Mili Rodríguez
Clara, una joven psiquiatra chilena exiliada en París se enfrenta con una muerte que tal vez sea un suicidio. Su pregunta es si se puede partir de cero. Si se puede curar lo incurable.
Se trata de uno de sus pacientes: Francisco Bueno, el más cercano, y el más violento. La historia sucede dos meses después del atentado a las Torres Gemelas, y la total fractura que eso supone para Occidente. En un movimiento sincrónico, sucede la muerte de Bueno, y ese es el arranque de la historia.
“Me costaba aceptar la idea de que, de golpe, todo hubiera cambiado”. Como una torre que se cae, este episodio de algún modo destruye su papel como madre, esposa y psiquiatra. “Es un antes y un después”, afirma, porque también es el duelo de su propia vida, cifra de todos sus duelos.
Clara elige huir del romanticismo de París y de su matrimonio protector, para recalar en una playa de Andalucía y naturalmente nada es como lo había imaginado.
Ecos de un duelo es un juego de espejos. En la novela de Claudia Martínez los saltos en el tiempo son impredecibles y contienen una demoledora crítica contra la violencia, el desprecio y los sistemas de castigo de la psiquiatría actual.
El viaje al sur de España de su protagonista rompe una secuencia central. El probable suicida sigue siendo su peor pregunta, su propio abismo. Quizás porque esa muerte abre y cierra las esclusas de la locura.
“Baudelaire -escribe- se quejó en una carta diciendo que los médicos lo catalogaron de histérico, terminología bien elegida por lo flexible, para ocultar la ignorancia sobre estas cuestiones. André Breton atacó a Freud por no haber utilizado la literatura existente sobre los sueños cuando escribió su teoría de la interpretación”.
Para ella, su huida y su viaje a España es una transformación. Su nueva amiga Ana, es la mensajera de lo nuevo. Todo queda suspendido en la distancia, “en un eco que no alcanza la otra orilla, pero navega a la deriva hasta la siguiente marejada”.
Claudia Martínez Covarrubias es médico psiquiatra. En 1988 debió salir del país, víctima de persecución política, y desde entonces estudió y ejerció en París, Madrid, Georgetown, y Buenos Aires. Actualmente vive en Chile y esta es su primera novela.